Sistemas de remediación frente al gas radón en viviendas

En algunas las viviendas debido a las diferencias de presión entre los poros del terreno y el espacio cerrado de la edificación, se establece un flujo ascendente del gas radón hacia el interior de la misma. Por su condición de gas, su movilidad es alta entre los poros de los materiales que se usan normalmente en la construcción, penetrando con cierta facilidad en el interior de la vivienda.

Así, los posibles caminos del radón hacia el interior de los edificios podrían ser:

- Por el interior de la cámara de aire de los cerramientos exteriores y por grietas y fisuras de los mismos
- A través de la solera y por las juntas de construcción
- A través de los muros de sótano
- A través de conductos de saneamiento
- Entrada con el aire exterior
- A partir de los materiales de construcción
- Radón liberado a partir del agua

Existen entonces soluciones destinadas a prevenir la entrada del gas en las viviendas. Todas se basan en los mismos principios: soluciones de estanqueidad y soluciones de extracción del gas.

1. Soluciones de estanqueidad: son barreras que se interponen para frenar el paso del gas. Se colocan en la superficie que esta en contacto con el terreno, como soleras, forjados de sótano, muros de sótano, etc. Pueden ser de diversos materiales y es importante colocarlas de manera que se garantice la estanqueidad, es decir, con sus solapes correspondientes.

2. Soluciones de extracción del gas: La extracción puede ser natural o forzada por medios mecánicos:

Extracción natural:

– Ventilación simple a través de las ventanas
– Construcción de un forjado sanitario ventilado (con una tubería para la entrada de aire desde el exterior, que hace una sobrepresión y provoca que el gas salga por otra tubería colocada en otro extremo).
– Espresurización pasiva del suelo: a través de medios auxiliares como los SUMP, que provocan que el gas penetre en ellos para después eliminarlo a través de una tubería.

Extracción forzada, a través de medios mecánicos de extracción:

– Ventilación activa, colocando extractores de aire a nivel de las dependencias de la vivienda
– Despresurización activa, por lo mismos medios que la despresurización pasivo pero añadiendo un sistema de extracción forzada del gas hacia el exterior.

Por otro lado y, como es lógico, en el caso de las viviendas de nueva construcción las técnicas existentes son a nivel de diseño, lo que implica un menor coste de ejecución y mejor planificación.

En el caso de viviendas existentes, las actuaciones son más complejas, ya que se trata de espacios ya habitados pero, en todo caso, se pueden implementar algunas de las anteriores técnicas de remediación.